NÚMERO 125. AÑO XV
Mayo, 2024
¡VEINTE PALABRAS!
Titulamos uno de los anteriores pregones de AFDA “El mal de fondo de la educación, hoy”. Quizá seremos más eficaces, diciendo más o menos lo mismo, si desdoblamos los argumentos ofrecidos ayer y, vueltos del revés, positivos, volvemos a afirmar la semilla de oro que, desde nuestra experiencia, termina dando el árbol frondoso de la “Escuela para la vida” (Non scholae, sed viate discimus) que soñaba nuestro cordobés Séneca hace veintiún siglos.
A lo mejor con precisar el alcance de una veintena de palabras, que hayamos hecho nuestras de veras, conocidas, entendidas, saboreadas, sabidas, que de hecho nos sean entrañables, además de precisas y lúcidas, teníamos suficiente para salvar a España, a la mejor Educación y de paso poner a flote al Orbe entero.
Ya hicimos la sesuda enumeración de veinte valores fundamentales, que, en nuestra pedagogía de Escuela, habrían de reiterarse al arranque de la mañana escolar a modo de reflexión de fondo, en tres a cinco minutos. Mes tras mes, pasaríamos revista a los viente valores, en una danza de noria que siempre encontraría fresca y pristina el agua del misterio de cada valor ante nuestros ojos de profesores y ante el oído y el corazón de nuestros alumnos, a quienes dimos a escoger por lema de su existencia el tot lumina tot limina o del lema de fray Luis de León: Ab ipso ferro, o desde sus estudios, el del cardenal Newman: Ex umbris et imaginimus ad Veritatem.
Nos queda por hacer la lista de veinte palabras fundamentales y salvadoras, expresión de veinte valores fundamentales. Veinte palabras pueden bastar para salvar al mundo.
Entre ellas, sin duda, las palabras “persona”, “Jesús”, “tradición”, “sabiduría”, “estilo”...
Podríamos encerrar con llave en cónclave de Congreso a una docena de nobles intelectuales hasta que nos dieran, bajando de un profesado Sinaí más que bíblico, las tablas en piedra de este doble decálogo, veinte palabras suficientes para la misión que nos encomendó el Cielo como españoles y cristianos y en la que queremos militar ab ipso ferro.
💥MAGISTERIO💥
💥MAGISTERIO💥
DIDÁCTICA
En nuestra Escuela, con Juan Amós Comenio,
entendemos por Didáctica:
"el artificio fundamental para enseñar todo a todos,
enseñar con solidez, no superficialmente,
no con meras palabras"
(17) ¿PARA QUÉ EDUCAMOS?
Para llegar a la intuición
Podemos tener noticia de la nube, del jilguero que canta y del arroyo que corre hacia la mar. Con la impresión de tales objetos sobre nuestra mente nos formamos o concebimos la idea de nube, de jilguero y de arroyo. Luego aprendemos la palabra que los nombra: nube, jilguero, arroyo.
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Sabemos de esos tres objetos y, de la misma manera, sabemos de mil más. De cuantos alcanzamos información.
A la Escuela acudimos a tener noticia de mil cosas que nos interesan, a formarnos el concepto exacto de ellas y a nombrarlas con la palabra que les va.
Más.
A la nube la vemos y la miramos; al jilguero le oímos y le
escuchamos cantar, y seguimos, marchando en su caminar, al arroyo que
no para hacia el mar. Y es que a la Escuela acudimos a sentir y a
trabajar con la nube y su emoción, con el canto del jilguero y su
maravilla y con la marcha de las aguas del arroyo, que son más que
agua que va de camino. No nos quedamos en el concepto y en la palabra
que nombra su realidad. Los hacemos nuestros con los cinco sentidos
exteriores y con la sensibilidad interior. La
Escuela nos lleva a "sentirlos" a fondo.
Pero si la Escuela se queda en los conceptos de las realidades, en la palabra que las nombra o en la sensibilidad que desencadena su presencia en nosotros, aun no es Escuela.
La Escuela lo es, es Escuela de veras, si yendo más allá de las informaciones de los sentidos y de las facultades, de los datos que le proporcionan los rádares de la sensibilidad externa e interna, termina intuyendo (es decir, yendo al hondón de las distintas disciplinas de estudio, intus ire) las realidades que se estudian en ella.
La
nube es nube; el jilguero, jilguero, y el arroyo, arroyo, pero son
mucho más, como se ve en los clásicos, pensadores y científicos
que las trabajaron a fondo. Ellos llegaron a su profundidad, a la que
es preciso que el alumno llegue por la intuición (intus
ire).
Ejemplo. La sabiduría de la realidad persona no se colma amontonando conceptos, incluso depurados, precisos; sintiendo su calor y belleza. Es preciso dar el salto a su entraña, mediante la intuición, y allá, en su entraña, descubrir su misterio y esencia inefables.
Si la Escuela no logra esto, no es Escuela pues que ha de enseñar para la vida: desde la entraña de la realidad ir al interior de la propia entraña: intuición.
CUR
Maestro. Profesor de Escuela de Magisterio
Emérito UCJC
¿Nueva educación infantil?
Nota previa
Quienes visiten actualmente el gran patio del Colegio La Salle-Institución encontrarán algo reducidas sus dimensiones a causa de las obras que en él se realizan: se trata de la construcción del nuevo edificio de Educación Infantil. ¿Quiere esto decir que se ha promulgado otra nueva Ley de educación? No. Más bien significa que nuestras antiguas aulas de Infantil creadas en los años 1999-2000 ya no son aptas para la nueva pedagogía que se está implantando y desarrollando en todos los centros La Salle de España y Portugal (Distrito ARLEP). Esta nueva pedagogía supone y, por lo tanto, exige la creación de nuevos espacios de modo que sean ámbito idóneo para para el desarrollo del actual modelo educativo de La Salle, que responde al término de NCA o Nuevo Contexto de Aprendizaje, siendo el contexto un elemento fundamental de esta pedagogía.
La educación infantil es el comienzo del “nuevo edificio” educativo y, por tanto, debe emprender el proceso de educación con todas las garantías de éxito. Es el primer paso de un camino nuevo que se desarrollará en el nuevo contexto: aulas, espacios nuevos, medios didácticos y…nuevo tipo de relaciones.
El profesor Alfonso Vadillo, autor del presente artículo, lleva bastantes años dedicado a la Educación Infantil en este colegio y, junto al equipo de profesores de esta etapa inicial, está haciendo crecer esta nueva pedagogía. Él nos expone algunas ideas acerca del influjo de los espacios en el quehacer escolar, especialmente el de las familias. Sería muy largo exponer un desarrollo pedagógico completo de este tema; nos basta por ahora algunas ideas de la importancia del contexto de este edificio doblemente en construcción: desde la arquitectura y desde y para la pedagogía.
T. García Regidor
Maestro. Profesor del Centro Universitario La Salle
El contexto, agente educador
Durante el proceso de creación de los materiales y la documentación que guiaría los primeros pasos del Nuevo Contexto de Aprendizaje en Educación Infantil, los miembros del equipo de trabajo dedicamos un tiempo amplio a reflexionar cómo impacta el espacio (uso, disposición, características) en la propuesta pedagógica que se quiera hacer.
Y sobre este tema existe bastante investigación y publicaciones que se atreven incluso a llamar al espacio “agente educador”. Tanta es la importancia, que en diversos lugares y metodologías encontramos apuestas por diseños de construcciones que responden a claves del proyecto que se quiere trabajar. En esta línea encontramos un claro ejemplo en La Salle y el edificio A de su entonces Escuela de Magisterio, hoy en día Centro Superior de Estudios Universitarios. Sin conocer demasiado lo que se quiso realzar en este diseño de edificio, se intuye que la atención personalizada y el encuentro interpersonal eran parte importante del modelo educativo. Aulas amplias, luminosas y con un espacio destinado al acompañamiento individualizado. Pasillos que se convierten en “plazas” donde confluyen varias aulas y que sin poder evitarlo se llenan de vida entre horas, cambios de aulas, entradas, salidas…
Esto mismo es lo que está pasando en nuestro colegio La Salle Institución y el nuevo edificio que estará dedicado a la etapa de Infantil. La demora en su construcción, pues estaba planteado iniciarlo hace varios años, ha resultado ser una ventaja. El diseño inicial que ya se había hecho pensando en claves pedagógicas se pudo enriquecer con la experiencia del despliegue del modelo pedagógico NCA en las aulas existentes.
Dentro del profesorado hemos podido proyectar las necesidades que el diseño de los tiempos y actividades de los diferentes ámbitos (así se llaman los entornos didácticos que permiten llevar adelante la propuesta) tienen en el día a día. Y así se va dando forma a un diseño que, por destacar algunas ideas, pone énfasis en el principio de mente, cuerpo y movimiento, con espacios amplios, flexibles y muy diáfanos, una sala de psicomotricidad -casi el centro del edificio- y espacios abiertos variados con posibilidad de unir varios grupos o tener momentos solo para el grupo clase. Otra clave importante es la presencia y participación de las familias en la vida del centro y para ello el ágora cumple una función esencial, facilitando el encuentro y las relaciones, así como el espacio ideal para fomentar el traspaso en ambas direcciones de actividades e iniciativas entre la escuela y la familia.
Un modelo transversal
El nuevo contexto de aprendizaje en un modelo transversal que afecta a todas las etapas educativas y a su vez a todas las áreas y momentos del día. Por eso entendemos en esta primera etapa que hablamos del comienzo de un proceso educativo, de los cimientos (valga el símil arquitectónico) de la construcción de una persona integral, que se irá desarrollando en todas sus dimensiones. Quienes trabajamos en infantil sabemos que tan solo comenzamos un largo recorrido con los chicos y chicas que nos llegan cada año. También somos conscientes que todos los aliados que podamos tener en este inicio serán bienvenidos: la metodología, los espacios, los tiempos, las familias…
Este modelo por tanto afecta a todos los agentes implicados. Alumnado, profesorado, familias, personal del centro, medios didácticos, espacios, organización horaria, todo se ve afectado en esta renovación que debe ser integral para que pueda ser. El alumnado se convierte en protagonista activo de su proceso. El profesorado adopta un rol de acompañante que está atento a las necesidades, respetando el proceso madurativo y facilitando el ambiente y las actitudes con las que se relaciona. Los recursos con los que se cuentan se especializan y se actualizan en base a las investigaciones que existen al respecto en los últimos tiempos. Y permítanme que me detenga un poco más en las familias.
Nuevo papel de las familias
Hace tiempo que se entiende a la familia como principal educadora de sus hijos. Son los que más tiempo pasan con ellos y los que están siempre presentes, durante todo el proceso del que venimos hablando. En NCA damos algunos pasos para que su presencia sea significativa también en el aula. Además, tiene especial importancia en esta etapa de infantil. La participación es activa y les pongo algunas concreciones que el equipo de nuestro colegio lleva adelante.
En cada proyecto que se trabaja en el aula la familia aporta sus conocimientos, investigaciones que hacen desde casa o materiales para los espacios de juego del aula. De esta manera se enriquecen las actividades diseñadas y además se consigue un verdadero seguimiento de los padres de lo que se está trabajando en cada momento.
Las aulas están abiertas para que puedan venir a pasar unas sesiones con nosotros. Solo a estar, observar, participar casi como uno más de la rutina del aula. Actividad que es gran aliada para que puedan comprender cómo se trabaja y cómo pueden acompañar desde casa. También se establecen unos talleres en los que la participación es más activa, colaborando con el profesorado en la ejecución de alguna actividad de las propuestas en la programación. Así el alumnado experimenta que la relación familia-colegio es algo habitual y natural.
Por último, deseo destacar la presencia de las familias en las celebraciones. Por un lado, los cierres de proyectos donde compartimos con ellas lo aprendido a modo de exposición, museo, presentación oral... Por otro, las celebraciones religiosas en diferentes tiempos litúrgicos o fiestas significativas, compartiendo la fe y expresándola en comunidad.
Termino estas líneas volviendo a traer la imagen de la obra actual en el patio como analogía del proceso educativo. Unos cimientos sólidos son la base de todo lo que vendrá después como pasa en la etapa infantil. Unos cimientos que se hacen después de preparar el espacio, de que se siga el diseño programado, de medir las cotas, de analizar el terreno... Entonces es el momento de poner el hormigón en el lugar correspondiente y dejar que fragüe, sin prisa, haciendo mientras otras tareas complementarias para que después se pueda empezar a elevar la construcción.
Prof. Alfonso VADILLO
Institución La Salle. Madrid
Pedagogía que me ha marcado de por vida
Atención desmedida a los pobres
La Salle, en la segunda mitad del siglo XVII y en los primeros años del XVIII vio claro que lo que le pedía el Cielo era abrir Escuelas Cristianas para los pobres. Pesó en su decisión la cuna en la que había nacido, su prestigio social por ello, los estudios que había hecho, su condición de cristiano en serio y a fondo, quizá poco más. No se negó a los ricos ni a los nobles, pero le pareció urgente el atender a “los hijos de los artesanos y de los pobres” de su tiempo que en el Evangelio se citaba, en la primera bienaventuranza, como felices, dichosos y afortunados. Por ese encumbramiento de los pobres en el monte de las bienaventuranzas, donde bíblicamente se estaba apuntando a los “anawin” de Israel y al fondo noble de los cristianos franceses del aquellos tiempos en brega con la pobreza de dineros, los ojos de La Salle se le fueron tras ellos.
Sus maestros se comprometieron por ello solemnemente a vivir en “Asociación en pro de las Escuelas Cristianas” y, de por vida a “enseñar gratuitamente a los pobres”. Era lo que pensaba y quería La Salle, lo que urgía en su tiempo y quizá en posteriores.
Mi primer contacto con La Salle fue en el Colegio de Santa Susana, en Madrid. Había empezado siendo un asilo de huérfanos. Ya no había huérfanos en 1939, cuando llegué. Pero nuestra escuela era gratuita, como en los mejores tiempos de La Salle.
Mentalmente saludé a La Salle tras aquella respuesta y me dije: donde des clase atiende sobre todo a los que carecen de la riqueza que sea, a los pobres mentales, a los retrasados y últimos de la clase, a los vagos, a los atravesados, a los díscolos, a los solitarios, a los que tienen que sudar con trabajos el pan que necesitan llevarse a la boca, a los que sufren sin buscárselo…
Tres muestras con las que tropecé: 1. Una en la que el reglamento del Kostka obliga en una ocasión a expulsar a dos chavales, Alex y Luis, que hicieron una trastada, tú has de ser su abogado defensor con uñas y dientes… 2. Blas, le decían “el hermético” en Almería, requiere tu especial atención, es un nEnAS, no es un perezoso, es un pobre en energías; caracterológicamente agota su vida ordenándose y pasando a limpio sus apuntes… 3. Algunos ricos en dineros de El Castillo no han oído hablar de la perla preciosa por la que vender todo…: son pobres, sin saberlo y sin que conozcan y se reconozca su pobreza.
Creo que me dejé marcar por la mejor pedagogía de La Salle, la que él quería. Me marcó de por vida.
Carlos Urdiales Recio
Maestro. Profesor de Escuela de Magisterio.
Emérito UCJC
ROMANCE LASALLANO
Al filo del amanecer
estamos siempre
los colaboradores de AFDA
que nos mantiene
con Carlos Urdiales Recio
eternamente al frente.
Todo por el Magisterio,
que el que no enseña no aprende..
Vayamos a porfía
nuevamente
a difundir la educación
y estar presentes
en cualesquiera ocasión
que nos mantenga fuertes
y con amor.
Todo sea por Dios,
que cada día luce y amanece
con nuevo esplendor..
y la tierra embellece.
Todo por la Literatura,
la Ortografía, las preces,
los mensajes divinos
y las mercedes
que del cielo bajan
a nuestras mentes.
Brindo porque mis lectores
de mí se prenden
para ser mejores
y para estar al dente
como un arroz
o una sopa caliente.
¿Qué haríamos sin AFDA
los lasallanos salientes
sin su aliento constante
en nuestra vida de creyentes?
💥ESTILO💥 💥ESTILO💥
Continúo con las notas que tomé en la Escuela de Magisterio sobre el estilo. Aclaran lo que es el estilo, lo proyectan en este caso sobre la nación. También las hicimos nuestras.
Ahora bien, cuando conviven juntos en intimidad de vida muchos hombres, durante mucho tiempo, y entre ellos cuaja una como coincidencia esencial en las preferencias absolutas, puede suceder que los ideales humanos de todos y cada uno concuerden en ciertos rasgos generales; que un determinado tipo o modo de «ser hombre» se repita en cada uno de los ideales individuales; que en el fondo de cada estilo individual esté latente y actuante un estilo colectivo.He aquí, en un caso concreto, la nación. Esos hombres constituirán una unidad nacional, mientras en efecto posean y conserven ese estilo colectivo común, por debajo de los estilos individuales. Las vidas de esos hombres formarán un haz, tendrán la unidad de un mismo modo de ser, de sentir, de preferir, de actuar y de querer, la unidad colectiva de un mismo estilo, la unidad de una nacionalidad propia. Esos hombres formarán una nación.
La nación, pues, es un estilo. De no ser esto, habría que sucumbir nuevamente a las teorías naturalistas. Porque el error fundamental de Renán y de José Ortega y Gasset es creer que escapan al naturalismo definiendo la nación como el acto espiritual de «adherirse» a una realidad histórica pasada o a un proyecto de historia futura.
Tan «natural», empero, es el acto de adhesión, como otro fenómeno psíquico cualquiera, o como la constitución fisiológica o anatómica, o la raza, o el territorio, o la lengua. En cambio, lo que radicalmente no es «natural», lo que incluso se contrapone a todo naturalismo, es eso que hemos llamado estilo, la huella que sobre nuestro hacer real deja siempre el propósito ideal, el sesgo que a toda realidad imprime nuestro íntimo sistema de preferencias absolutas.
Si camino de Toledo pasáis por Illescas, deteneos un buen rato en esta localidad de la Sagra. No dejéis de visitar allí la iglesia del Hospital de la Caridad, antigua fundación del Cardenal Cisneros. En el altar lateral del Evangelio, hay un genial cuadro pintado por el Greco. Merece vuestra atención.
Ildefonso es un venerable anciano, austero, digno. La habitación resulta sobria. Es una página histórica la que allí se muestra. El santo, que vivió en el siglo VII, época visigótica, parece más un humanista del XVI, como San Juan de la Cruz o Fray Luis de León.
Está trabajando. Lo hace a diario. Sobre la mesa, sujetado por la mano de Ildefonso, un libro abierto. ¿Quizá su tratado sobre la virginidad de la Madre de Dios, que tanto le gustó a Nuestra Señora?
Lo que viene escribiendo San Ildefonso, desde su pequeña mesa de trabajo, ha de ser tan pulcro, tan preciso, tan sabio que, si es el tratado de la virginidad de la Gloriosa, merecerá que la misma Señora le regale una casulla. En Toledo se conserva la que según la tradición entregaron las manos de la Madre de Dios a este anciano que ahora escribe con pluma de ave, en un simple libro, sobre una mesa sencilla.
Obra de todos los días, pero obra perfecta, sobre la que planea un aire de estilo a lo divino.
RECUÉRDESE
* En el enfoque objetivo o científico se presentan los objetos como lo haría un diccionario, con exactitud, peso y medida. * En el enfoque directo o fabulador los objetos nos hablan. * En el enfoque intimista o subjetivo el escritor refleja los sentimientos ajenos o propios que puede atribuir al objeto. El encuadre es personal.
EN LA ETAPA INTIMISTA, ESCRIBÍAMOS ASÍ
- VEÍAMOS POR DENTRO, VEÍAMOS MÁS ALLÁ-
⌚⏰ Levantas los ojos al reloj de la torre y ves sus agujas danzando en un vals eterno. Te fijas, rectificas: se trata de un pasodoble lento, pausado, sin prisa, que está marchando quieto hacia la eternidad del tiempo.
🌂🌂En el paragüero todos ven la sombrilla desgastada. A mí sus pliegues me cuentan mil historias de días soleados y de lluvias inesperadas. ¡Para! ¡No me cuentas más. Deja que ausculte tu corazoncito paragüeril y tome nota: Tic-tac, tic-tac...
📱📱 Después del postre, el café que humea. El vapor que asciende me dibuja en el aire las volutas de un pensamiento evanescente. Lo mejor del café es su espíritu en vuelo, no el negro de diablo que humea.
👳👳 En un rincón de la estancia, sobre una mesita hay una máscara teatral, que con su gesto congelado en una sonrisa enigmática me añade un toque de misterio a la escenografía doméstica.
💻💻 Enciendo el ordenador y se me abre una ventana, un balcón, quizá una terraza que da a un horizonte de mil novedades. ¿Hacia dónde mirar lejos? ¡Es tanto lo que, antes de que mis ojos miren, se les viene encima y se dispara en borbollón a mis ojos!
🌲🌳🌴 Hoy, en clase les diré a mis alumnos que la sombra del árbol era el susurro de las raíces enterradas en la tierra que me protegían del sol, que he visto los sueños del cielo cruzarlo y pasearse en forma de nubes y que de vuelta a casa, de noche, espero disfrutar del parpadeo de las estrellas, que no son estrellas sino los fanales que usan los ángeles de Dios para iluminar su camino por el Universo, veloces por cumplir la particular misión que se les encomendó.
CUR
Se nos ofrece una nueva herramienta, la Inteligencia Artificial, pero ha de sernos una nueva luz para un nuevo umbral. ¡Nueva frontera a la vista!


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