VENI CREATOR SPIRITUS
Con el nuevo curso parece que nada cambia, que la monotonía vuelve a su tiempo y a su lugar, pero esa no es la realidad porque nuestra persona -material y espiritual- sigue avanzando por caminos que, aunque parezcan los de siempre, son siempre nuevos: si miramos a nuestro alrededor el paisaje tanto geográfico como humano va cambiando y nosotros con él.
Ese cambio se me presenta cuando pienso a qué dedicaré los comentarios musicales. He decidido comentar algunos de los himnos litúrgicos católicos más conocidos y que todos nosotros hemos cantado, o cantamos aún, en algunas celebraciones litúrgicas.
Al comienzo de cada “obra” importante los cristianos acudimos al Espíritu Santo para que visite e ilumine nuestras mentes y así actuar conforme a “su espíritu”. Por eso al comienzo de este curso elijo el Veni Creator Spíritus.
Decía el Papa Benedicto XVI que este tipo de himnos no se desgastan por su uso sino que se enriquecen y se cargan de devoción a base de ser cantados; y esto, a su vez, nos renueva.
EL VENI CREATOR SPIRITUS
Tal vez sea el más famoso de los himnos litúrgicos. La Iglesia lo canta en las funciones solemnes y en ceremonias más privadas que acompañan la apertura o el cierre de eventos importantes. Se trata de una invocación al Espíritu Santo. Tradicionalmente y en la actualidad en la Iglesia Católica latina es el himno de las vísperas de la solemnidad de Pentecostés. Es el único himno del Breviario Romano conservado por la Comunión Anglicana, incluido en el Libro de Oración Común.Por ello se le considera un himno ecuménico.
La petición fundamental que se le hace es que venga a nosotros, y que nos llene de sus dones, con lo que todo en nuestro entorno cambiará. De ahí su utilización no sólo en la fiesta de Pentecostés, sino en todas las celebraciones en las que se implora su efusión para quien es elegido para algún ministerio.
El Veni Creator Spiritus es uno de los más inspirados y sublimes himnos católicos de honra al Espíritu Santo, compuesto en el siglo IX. El texto -en latín- se suele atribuir a Rabano Mauro (776-856), monje, arzobispo, escritor, filósofo y teólogo alemán. Aunque se haya atribuido también a Carlomagno, a San Ambrosio o a San Gregorio Magno no hay evidencias reales para una u otra atribución.
MÚSICA
El
canto cristiano se desarrolló sin notación musical hasta el
surgimiento de la escritura neumática en el siglo IX, algo que
propiciaría la normalización del canto
gregoriano.
El Veni
Creator
pertenece a esta época; ha sido musicalizado para canto gregoriano o
canto llano. Es una melodía monodia y a capella, o sea, sin
acompañamiento instrumental y canto solo de voces. Comúnmente lo
canta un coro de voces masculinas al unísono. Este texto se ha
conservado en canto llano en
forma estrófica, es decir, que la misma melodía se repite en cada
estrofa con diferente letra.
El texto ha sido puesto en música en numerosas ocasiones a lo largo
de la historia en obras
de Delalande, Jommelli, Szymanowski, Duruflé y Arvo
Pärt,
entre los más destacados, y es utilizado también en la primera
parte de la 8ª Sinfonía de Gustav
Mahler.
Cabe decir que tanto los clásicos como Palestrina, Vitoria o el
mismo Lorenzo Perosi han acudido a su polifonía para enaltecerlo.
LA LETRA
1. Veni Creator Spiritus, Mentes tuorum visita, Imple superna gratia, Quae tu creasti, pectora. Ven Espíritu creador; visita las almas de tus fieles. Llena de la divina gracia los corazones que Tú mismo has creado.
2. Qui diceris Paraclitus, Donum Dei Altissimi, Fons vivus, ignis, caritas, Et spiritalis unctio. Tú eres nuestro consuelo, don de Dios altísimo, fuente viva, fuego, caridad y espiritual unción.
3. Tu septiformis munere, Dextrae Dei tu digitus, Tu rite promissum Patris, Sermone ditans guttura. Tú derramas sobre nosotros los siete dones; Tú el dedo de la mano de Dios, Tú el prometido del Padre, pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra.
4. Accende lumen sensibus, Infunde amorem cordibus, Infirma nostri corporis, Virtute firmans perpeti. Enciende con tu luz nuestros sentidos, infunde tu amor en nuestros corazones y con tu perpetuo auxilio, fortalece nuestra frágil carne.
5. Hostem repellas longius, Pacemque dones protinus; Ductore sic te praevio, Vitemus omne noxium. Aleja de nosotros al enemigo, danos pronto tu paz, siendo Tú mismo nuestro guía evitaremos todo lo que es nocivo.
6. Per te sciamus da Patrem Noscamus atque Filium; Teque utriusque Spiritum Credamus omni tempore. Por Ti conozcamos al Padre y también al Hijo y que en Ti, que eres el Espíritu de ambos, creamos en todo tiempo.
7. Deo Patri sit gloria, Et Filio, qui a mortuis Surrexit, ac Paraclito In saeculorum saecula. Gloria a Dios Padre y al Hijo que resucitó de entre los muertos, y al Espíritu Consolador, por los siglos de los siglos. Amen Amén
AUDICIONES
A capella, gregoriano https://youtu.be/Gizcj-w4PRs
Con notación musical https://youtu.be/dPOdfPNF6Bs
Con polifonía de Palestrina https://youtu.be/2wZud4MT3uw
Con polifonía de L.Perosi https://youtu.be/AC0scMBkWj8
P.Colino : coro y órgano https://youtu.be/hRPifRb-FXo
AUXENCIO MUÑOZ ACEBES
Maestro. Catedrático de Lengua y Literatura
Organista




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