128 Ancianos bíblicos (II)

                                       

Al hilo de Alonso Schökel

en Esperanza, Meditaciones bíblicas para la Tercera Edad

Sal Terrae. Santander, 2000

ISAAC 

Isaac. José de Ribera
Museo del Prado

Para la Biblia, Isaac es el segundo de los patriarcas. Después de Abrahan, su hijo, Isaac. Una sola esposa, Rebeca, cautivadora, hermosa y elemental, que no le da hijos. Se los pide Isaac al Cielo cuando ya tiene cuarenta años. El Dios de Abrahán le da gemelos.

Van a ser una familia moderna: solo dos hijos: Esaú, que saldrá cazador y Jacob que triunfará en el pastoreo.

Isaac prefiere a Esaú, la madre, Rebeca, al imaginativo Jacob. La Biblia anota que la razón de la preferencia de Isaac no es muy sensata, es gastronómica: Isaac prefería a Esaú porque le gustaba comer la caza (Gen 25,28).

Cuando llegue a anciano, pagará esa ligereza. La madre va a cumplir sus planes aprovechándose de la debilidad de su marido por la caza. Isaac es ya un anciano, que no ve, que está ciego, solo palpa lo que cree vello desgreñado y salvaje y huele feliz los guisos de la caza. Isaac bendice a Jacob a quien confunde con su preferido Esaú. La voz le parece la de Jacob, pero no se ha parado a escucharla. Está senil, es infantil su comportamiento.

Isaac y Jacob. José de Ribera
Museo del Prado

Lo paga caro. Los dos hermanos van a estar divididos por el odio y la venganza. Solo les detiene el saber que aún vive su padre. Pasan los años, muchos. Cuando muera su padre Isaac, reconciliados, le harán honras fúnebres. 

CARLOS URDIALES RECIO

Maestro. Ciencias religiosas. Universitas Lateranensis

Emérito UCJC

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