128 El Universo y el hombre





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         Apolo 14                           


El vuelo de la nave Apolo 14 fue la octava misión del programa Apolo y la tercera en alunizar. El despegue se produjo el 31 de enero de 1971 y, en total, duró nueve días. Los tripulantes fueron Alan Shepard, comandante, Stuart Roosa, piloto del módulo de comando y Edgar Mitchell, piloto del módulo lunar. 


Alan Shepard
Stuart RoosaEdgar Mitchell

Para Alan Shepard, este era su segundo vuelo; ya había participado en el programa Mercury. Fue el segundo hombre en ser lanzado al espacio, después de Yuri Gagarin, y el astronauta de mayor edad en participar en una misión a la Luna, con 47 años. Durante cuatro años, desde 1964 hasta 1968, estuvo apartado de la actividad espacial por sufrir la enfermedad de Ménière. Para Stuart Roosa y Edgar Mitchell, éste fue su único vuelo.

El alunizaje se produjo el 5 de febrero a las 9:18´ UTC, con el módulo lunar, denominado Antares –estrella muy luminosa, referente para el alunizaje de la nave. Ésta se posó en las tierras altas de Fra Mauro, lugar elegido para el Apolo 13, si no se hubiera frustrado. Iban a bordo Alan Shepard y Edgar Mitchell. El modulo de mando, denominado Kitty Hawk –en honor al nombre del lugar donde los hermanos Wright lograron volar por primera vez–, se quedó orbitando la Luna pilotado por Stuart Roosa.


Despegue del Apolo 14 

Después de la experiencia del accidente del Apolo 13, se realizaron algunas modificaciones. Al módulo de servicio se le añadieron equipos redundantes como un nuevo depósito de oxígeno, aislado, y una batería de reserva. Además, a la tripulación se le suministró unas bolsas extras de agua potable. También se sustituyeron los aislamientos de teflón y los termostatos que habían fallado. Por ese motivo la misión se retrasó unos cuatro meses.

No obstante, sufrieron varios problemas que podrían haber provocado el fracaso de la misión. Afortunadamente, fueron resueltos; aunque, en algunos de ellos, en situación límite. El primero de los problemas surgió en la maniobra de transposición (ver Apolo 9, tema 65) para darle la vuelta al módulo lunar y encarar las puertas de comunicación con el módulo de mando y servicio. Hasta seis intentos tuvieron que realizar para conseguir que se activaran los pestillos de atraque.


Botón del aborto

Durante el descenso del módulo lunar, Antares, se produjeron dos problemas importantes, que no habría supuesto peligro para los astronautas, pero sí hubiera impedido alunizar. Uno de los problemas fue la señal de “abortar” procedentes del panel. Era un mecanismo de seguridad que llevaban todos los módulos lunares. Pero en este caso era una señal errónea. Aunque si el problema persistía, el ordenador iniciaría un “aborto” automático separando la etapa de ascenso de la de descenso y volvería a subir a la órbita del módulo de mando. La NASA y el equipo de software del Instituto Tecnológico de Massachusetts se pusieron a buscar una rápida solución. Esta pasaba por programar a contrarreloj un puenteo que ignorase aquella señal; pero teniendo en cuenta que pudiese ser operativo en caso de necesitarlo “de verdad”, si fuese necesario.

Las modificaciones se transmitieron a la tripulación, pero el tiempo de actuación era muy escaso; sólo quedaban diez minutos antes de que el sistema iniciara el proceso de aborto. Mitchell metió manualmente la secuencia de cambios, de unos 80 comandos, justo a tiempo de evitar el aborto de la misión. Si se hubieran equivocado sólo una vez en la introducción de alguno de ellos, la misión habría fracasado.


Maniobra de transposición

El módulo lunar se separa del de mando

Se produjo un segundo problema durante el descenso cuando no funcionó el radar de alunizaje, privando a la computadora de navegación de información vital sobre la altitud de la nave y la velocidad de descenso vertical. Esta disfunción no tenía nada que ver con la anterior avería. Lograron activarlo cuando estaban a unos 5,5 km de altitud. De nuevo, justo a tiempo de impedir la anulación de la misión. Finalmente, Shepard logró alunizar en modo manual y consiguió posarse más cerca del objetivo que cualquiera de las misiones de alunizaje.


Módulo de mando Kitty Hawk-Apollo 

Si hubiera intentado alunizar sin ayuda del radar, utilizando sólo el sistema inercial del módulo lunar y las señales visuales, revisiones posteriores mostraron que habría sido inadecuado y los astronautas se hubieran vistos obligados a abortar el alunizaje cerca de la superficie lunar.

Una vez superados los inconvenientes, a tiempo pasado, todo da apariencia de facilidad en las operaciones. Pero superar estas dificultades en una situación tan hostil y comprometida, sólo estaba al alcance de unos hombres muy preparados y un equipo altamente competente.




     Francisco Sáez Pastor 
Universidad de Vigo


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