129 Oído a los clásicos

 


TODO SIGUE ESTANDO EN LOS CLÁSICOS


 Una salus victis nullam sperare salutem 

La única salvación de los vencidos es no esperar salvación alguna

(Eneida, 354)


🍁🍁🍁Arde Troya. Todo está perdido. Troya, ciudad antigua, por muchos años dominadora, se derrumba. Han desertado de sus santuarios y abandonado sus altares los dioses por quienes se mantenía en pie su imperio. Todo está perdido. Acudimos en socorro de una ciudad en llamas. Sólo nos queda morir en el combate. “Vuelve el arrojo a los corazones de los vencidos y los dánaos vencedores sucumben”.

 

🍂🍂🍂 En ocasiones tan extremas, la desesperación, el contar solamente con nosotros, es la suprema fuerza. De fuera no nos vendrá ayuda ninguna. Estamos solos. Es el momento de contar con todo nuestro yo por entero. El arrojo se nos convierte en furor. Fue el caso. 

 

 

🌋🌋🌋En la batalla de Brunete, un general le pide al Caudillo refuerzos. No puede resistir. El Caudillo no los tiene. Le da la orden de defender y no retirarse de su puesto. El enlace comunica al general la orden de Franco y añade por su cuenta que en cuanto pueda el Caudillo le enviará refuerzos. El Caudillo reconviene al enlace. Él no ha prometido nada. Y es que Franco sabe que el general resistirá mejor si no espera una ayuda que no puede mandarle.

 


 Una salus victis nullam sperare salutem 


.CARLOS URDIALES RECIO

Maestro. Profesor de Lengua y literatura. Emérito UCJC 


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