CALAS EN EL PRÍNCIPE CRISTIANO
DE PEDRO DE RIBADENEIRA
LO QUE DICE DE WITIZA
El infame y detestable Witiza, rey de España, después de haber dejado la rienda a sus apetitos y trocado la falsa clemencia que al principio prometía en una verdadera y extraña crueldad; después de haber quitado con su ejemplo y con sus palabras y leyes el freno de la honestidad y vergüenza a todo el reino y la obediencia al papa, y el respeto y reverencia a Dios, sumido y anegado en un profundo abismo de maldades, y atormentado del verdugo de su mala conciencia, comenzó a temer que su reino no se levantase contra él , y que las ciudades y plazas fuertes se le rebelasen y tomasen las armas para quitarle la corona, de la cual era tan codicioso como indigno.
…como era indignísimo de ella, y el consejo que tomó, tan perverso y contrario a Dios y a toda razón, no le salió bien; porque fue privado del reino y de la vida, y acabó miserablemente, y dejó el reino tan desproveído, flaco y desarmado, que no pudo hacer resistencia a los moros, cuando en tiempo del rey don Rodrigo, sucesor de Witiza, entraron y sujetaron a España, queriendo nuestro Señor, por pecados del mal rey y del reino, castigarle con el duro yugo y miserable y larga servidumbre de tantos años.
El Príncipe cristiano, réplica a “El Príncipe” de Maquiavelo.
Pedro de Ribadeneira
Biblioteca mundial Sopena, Buenos Aires, 1942, p. 41
Libro I, XV

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