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Esta secuencia no debe confundirse con el “Stabat Mater Speciosa” del mismo autor. El primero es una plegaria que medita sobre el sufrimiento de María durante la crucifixión de Jesucristo, y el segundo narra el gozo de María por el nacimiento de Jesús, su hijo.
AUTOR E HISTORIA
Este himno ha sido atribuido a diferentes escritores -San Gregorio Magno, San Bernardo del Claraval o al Papa Inocencio III- pero se le atribuye con más o menos certeza a Jacoponi di Todi. Versado en leyes, notario y procurador, entró en la orden franciscana tras enviudar e impulsó la congregación de los ‘Ermitaños Pobres del Señor de los Cielos’ para vivir de forma más estricta la regla franciscana. Jacopone firmó el ‘Manifiesto de Lunghenzza’ contra el pontificado del Papa Bonifacio VIII que había suprimido su congregación ya que no era amigo de corrientes radicales en la Iglesia. Tras la muerte del Papa fue liberado en 1303 trasladándose al monasterio de San Lorenzo de Collazzone donde murió en el año 1306.
Como se ha dicho, el himno ya se encuentra en misales del siglo XV, pero en el Breviario Romano no aparece hasta el siglo XVIII, para la fiesta de “Los siete dolores de la Virgen” -viernes después del domingo de Pasión, hoy “Viernes de Dolores” después del V domingo de Cuaresma-. También podían entonarse en la fiesta del 15 de septiembre del mismo nombre. El Breviario lo divide en tres partes: En Vísperas “Stabat Mater dolorosa”; en Maitines “Sancta Mater istud agas” y en Laudes “Virgo virginum praeclara”
Es una de las pocas fiestas que mantienen un elemento peculiar en la liturgia de la palabra, la Secuencia: tras la segunda lectura y antes del evangelio una pieza poética es recitada o cantada. En la actualidad tan solo cuatro celebraciones tienen secuencia: los domingos de Resurrección y Pentecostés, el Corpus Christi y Nuestra Señora, la Virgen de los Dolores.
FORMA Y CONTENIDO
La Secuencia se compone de 10 estrofas, subdivididas en dos parciales de tres versos cada una rimando los versos 1/2, 4/ 5 y 3/6; los versos están compuestos en tetrámetros trocaicos: 4 pies de sílaba larga + sílaba breve.
( STAbat MAter DOloROsa…)
1 2 3 4
Hay una traducción rimada de Lope de Vega de los diez primeros tercetos, en versos octosílabos y rimas consonantes, recogida en sus Rimas sacras.
Abunda bastante literatura respecto a este himno. Se comparte una profunda admiración por su patetismo, por la viveza de su descripción, por su dulzura y unción devocional. Hay en él una línea rítmica sencilla, con una exquisita doble rima y forma estrofa acabada. Se la ha apodado por algunos críticos como “la reina de las secuencias”. El Dr. P. Schaff dice: “El secreto del poder del “Mater Dolorosa” está en la intensidad del sentimiento con el que poeta se identifica con este tema y en la suave llorosa melodía del ritmo y rima en latín, que no se puede trasladar a otro idioma”. Otro crítico afirma que este himno es “poderoso en su patetismo, más allá de todo lo que se ha escrito”. Ejemplo de ello es la quinta estrofa:
¡Oh Madre, fuente de amor!,
hazme sentir tu dolor
para que llore contigo.
Y que, por mi Cristo amado,
mi corazón abrasado
más viva en él que conmigo.
SU MÚSICA MÚLTIPLE
Se debe aclarar que esta Secuencia tiene al menos dos versiones distintas en gregoriano; una más conocida y más sencilla que la otra pero ambas usadas indistintamente. Las oímos:
Gregoriano con órgano https://youtu.be/A7GsvJBzJyg
A capella con partitura https://youtu.be/AHOGnpz3WVU
Con órgano https://youtu.be/WIyNsdcw1Tk
LA OTRA MELODÍA GREGORIANA
Canto gregoriano a capella https://youtu.be/5h91YrbiCk4
Con órgano https://youtu.be/Hk7O3_XBDsg
POLIFONÍA
A lo largo de la historia se ha convertido en un texto de gran inspiración para grandes compositores, sin embargo, muchas de ellas ya no fueron concebidas como "secuencia" para la celebración litúrgica sino como motete para otro momento litúrgico o, sencillamente, como obra para concierto. Cerca de 200 compositores han acudido a este texto. Entre los compositores se encuentran G.P. da Palestrina (a 8 voces), D. Scarlatti ( a 10 voces) Antonio Vivaldi, Rossini, Franz Liszt, A.Dvořák, Karol Szymanowski, Kodaly y muchos más. Pero el más popularizado quizás sea el de Giovanni Battista Pergolesi, siglo XVIII -murió con sólo 26 años-. Inmediatamente gozó de un gran éxito por toda Europa y su manuscrito fue copiado, profusamente interpretado e incluso adaptado por otros músicos. El Stabat Mater de Pergolesi mereció, por su expresividad, encendidos elogios incluso fuera de las esferas musicales. Rousseau, afirmó en su Dictionnaire de musique que “la primera estrofa del Stabat mater es la más perfecta y emotiva salida jamás de la pluma de un músico”; y el poeta alemán Tieck confesó: «Tuve que volverme para ocultar mis lágrimas, especialmente en el ‘Vidit suum dulcem natum’».
Se ofrece aquí una pequeña muestra de versiones de grandes compositores:
J.Desprez,148:Coro polifónico https://youtu.be/HyNfWwbyYG8
J.P. Palestrina, 1590 https://youtu.be/HyNfWwbyYG8
G.B.Pergolesi 1734 https://youtu.be/qzOmPUu-F_M
Pergolesi Solistas https://youtu.be/NHMMl21Qz38
Zoltán Kodály s. XX https://youtu.be/X89nrBBE8jQ
1.Versión latina medieval
Stabat Mater dolorosa
Iuxta crucem lacrimosa,
Dum pendebat filius.
Cuius animam gementem
Contristatam et dolentem
Pertransivit gladius.
2.
O quam tristis et afflicta
Fuit illa benedicta
Mater unigeniti
Quae maerebat et dolebat.
Et tremebat, cum videbat
Nati poenas incliti.
3.
Quis est homo qui non fleret,
Matrem Christi si videret
In tanto supplicio?
Quis non posset contristari,
Piam matrem contemplari
Dolentem cum filio?
4.
Pro peccatis suae gentis
Vidit Jesum in tormentis
Et flagellis subditum.
Vidit suum dulcem natum
Morientem desolatum
Dum emisit spiritum.
5.
Eja mater fons amoris,
Me sentire vim doloris
Fac ut tecum lugeam.
Fac ut ardeat cor meum
In amando Christum Deum,
Ut sibi complaceam.
6.
Sancta mater, istud agas,
Crucifixi fige plagas
Cordi meo valide.
Tui nati vulnerati
Tam dignati pro me pati,
Poenas mecum divide!
7.
Fac me vere tecum flere,
Crucifixo condolere,
Donec ego vixero.
Juxta crucem tecum stare
Te libenter sociare
In planctu desidero.
8.
Virgo virginum praeclara,
Mihi jam non sis amara,
Fac me tecum plangere.
Fac ut portem Christi mortem,
Passionis eius sortem
Et plagas recolere.
9.
Fac me plagis vulnerari,
Cruce hac inebriari
Ob amorem filii,
Inflammatus et accensus,
Per te virgo sim defensus
In die judicii.
10.
Fac me cruce custodiri,
Morte Christi praemuniri,
Confoveri gratia.
Quando corpus morietur
Fac ut animae donetur
Paradisi gloria.
Amen.
1.Traducción literal
De pie la Madre dolorosa
junto a la Cruz, llorosa,
mientras pendía el Hijo.
Cuya ánima gimiente,
contristada y doliente
atravesó la espada.
2.
¡Oh cuán triste y afligida
estuvo aquella bendita
Madre del Unigénito!.
Languidecía y se dolía
la piadosa Madre que veía
las penas de su excelso Hijo.
3.
¿Qué hombre no lloraría
si a la Madre de Cristo viera
en tanto suplicio?
¿Quién no se entristecería
a la Madre contemplando
con su doliente Hijo?
4.
Por los pecados de su gente
vio a Jesús en los tormentos
y doblegado por los azotes.
Vio a su dulce Hijo
muriendo desolado
al entregar su espíritu.
5.
Oh, Madre, fuente de amor,
hazme sentir tu dolor,
contigo quiero llorar.
Haz que mi corazón arda
en el amor de mi Dios
y en cumplir su voluntad.
6.
Santa Madre, yo te ruego
que me traspases las llagas
del Crucificado en el corazón.
De tu Hijo malherido
que por mí tanto sufrió
reparte conmigo las penas.
7.
Déjame llorar contigo
condolerme por tu Hijo
mientras yo esté vivo.
Junto a la Cruz contigo estar
y contigo asociarme
en el llanto es mi deseo.
8.
Virgen de Vírgenes preclara
no te amargues ya conmigo,
déjame llorar contigo.
Haz que llore la muerte de Cristo,
hazme socio de su pasión,
haz que me quede con sus llagas.
9.
Haz que me hieran sus llagas,
haz que con la Cruz me embriague,
y con la Sangre de tu Hijo.
Para que no me queme en las llamas,
defiéndeme tú, Virgen santa,
en el día del juicio.
10.
Cuando, Cristo, haya de irme,
concédeme que tu Madre me guíe
a la palma de la victoria.
Cuando el cuerpo sea muerto,
haz que al ánima sea dada
del Paraíso la gloria.
Amén.
1.Versión Lope de Vega
La Madre piadosa parada
junto a la cruz y lloraba
mientras el Hijo pendía.
Cuya alma, triste y llorosa,
traspasada y dolorosa,
fiero cuchillo tenía.
2.
¡Oh, cuán triste y cuán aflicta
se vio la Madre bendita,
de tantos tormentos llena!
Cuando triste contemplaba
y dolorosa miraba
del Hijo amado la pena.
3.
Y ¿cuál hombre no llorara,
si a la Madre contemplara
de Cristo, en tanto dolor?
Y ¿quién no se entristeciera,
Madre piadosa, si os viera
sujeta a tanto rigor?
4.
Por los pecados del mundo,
vio a Jesús en tan profundo
tormento la dulce Madre.
Vio morir al Hijo amado,
que rindió desamparado
el espíritu a su Padre.
5.
¡Oh dulce fuente de amor!,
hazme sentir tu dolor
para que llore contigo.
Y que, por mi Cristo amado,
mi corazón abrasado
6.
Y, porque a amarle me anime,
en mi corazón imprime
las llagas que tuvo en sí.
Y de tu Hijo, Señora,
divide conmigo ahora
las que padeció por mí.
7.
Hazme contigo llorar
y de veras lastimar
de sus penas mientras vivo.
Porque acompañar deseo
en la cruz, donde le veo,
tu corazón compasivo.
8.
¡Virgen de vírgenes santas!,
llore ya con ansias tantas,
que el llanto dulce me sea.
Porque su pasión y muerte
tenga en mi alma, de suerte
que siempre sus penas vea.
9.
Haz que su cruz me enamore
y que en ella viva y more
de mi fe y amor indicio.
Porque me inflame y encienda,
y contigo me defienda
en el día del juicio.
10.
Haz que me ampare la muerte
de Cristo, cuando en tan fuerte
trance vida y alma estén.
Porque, cuando quede en calma
el cuerpo, vaya mi alma
a su eterna gloria. Amén.
AUXENCIO MUÑOZ ACEBES
Maestro. Catedrático de Lengua y Literatura
Organista
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