131 Stabat Mater




El poema medieval Stabat Mater Dolorosa se encuentra ya datado en el siglo XIII. Se atribuye tradicionalmente a Jacoponi da Todi, un fraile franciscano, y su uso más extendido desde el siglo XV es el de “secuencia litúrgica”; también lo encontramos a través de la historia como “motete” y canto polifónico de muchos compositores.

Esta secuencia no debe confundirse con el “Stabat Mater Speciosa” del mismo autor. El primero es una plegaria que medita sobre el sufrimiento de María durante la crucifixión de Jesucristo, y el segundo narra el gozo de María por el nacimiento de Jesús, su hijo.


AUTOR E HISTORIA


Este himno ha sido atribuido a diferentes escritores -San Gregorio Magno, San Bernardo del Claraval o al Papa Inocencio III- pero se le atribuye con más o menos certeza a Jacoponi di Todi. Versado en leyes, notario y procurador, entró en la orden franciscana tras enviudar e impulsó la congregación de los ‘Ermitaños Pobres del Señor de los Cielos’ para vivir de forma más estricta la regla franciscana. Jacopone firmó el ‘Manifiesto de Lunghenzza’ contra el pontificado del Papa Bonifacio VIII que había suprimido su congregación ya que no era amigo de corrientes radicales en la Iglesia. Tras la muerte del Papa fue liberado en 1303 trasladándose al monasterio de San Lorenzo de Collazzone donde murió en el año 1306.

Como se ha dicho, el himno ya se encuentra en misales del siglo XV, pero en el Breviario Romano no aparece hasta el siglo XVIII, para la fiesta de “Los siete dolores de la Virgen” -viernes después del domingo de Pasión, hoy “Viernes de Dolores” después del V domingo de Cuaresma-. También podían entonarse en la fiesta del 15 de septiembre del mismo nombre. El Breviario lo divide en tres partes: En Vísperas “Stabat Mater dolorosa”; en Maitines “Sancta Mater istud agas” y en Laudes “Virgo virginum praeclara”

Es una de las pocas fiestas que mantienen un elemento peculiar en la liturgia de la palabra, la Secuencia: tras la segunda lectura y antes del evangelio una pieza poética es recitada o cantada. En la actualidad tan solo cuatro celebraciones tienen secuencia: los domingos de Resurrección y Pentecostés, el Corpus Christi y Nuestra Señora, la Virgen de los Dolores


FORMA Y CONTENIDO

La Secuencia se compone de 10 estrofas, subdivididas en dos parciales de tres versos cada una rimando los versos 1/2, 4/ 5 y 3/6; los versos están compuestos en tetrámetros trocaicos: 4 pies de sílaba larga + sílaba breve.

                             ( STAbat MAter DOloROsa…)

                                    1          2        3     4

Hay una traducción rimada de Lope de Vega de los diez primeros tercetos, en versos octosílabos y rimas consonantes, recogida en sus Rimas sacras. 

Abunda bastante literatura respecto a este himno. Se comparte una profunda admiración por su patetismo, por la viveza de su descripción, por su dulzura y unción devocional. Hay en él una línea rítmica sencilla, con una exquisita doble rima y forma estrofa acabada. Se la ha apodado por algunos críticos como “la reina de las secuencias”. El Dr. P. Schaff dice: “El secreto del poder del “Mater Dolorosa” está en la intensidad del sentimiento con el que poeta se identifica con este tema y en la suave llorosa melodía del ritmo y rima en latín, que no se puede trasladar a otro idioma”. Otro crítico afirma que este himno es “poderoso en su patetismo, más allá de todo lo que se ha escrito”. Ejemplo de ello es la quinta estrofa:

¡Oh Madre, fuente de amor!,

hazme sentir tu dolor

para que llore contigo.

Y que, por mi Cristo amado,

mi corazón abrasado

más viva en él que conmigo.

        SU MÚSICA MÚLTIPLE


 

Se debe aclarar que esta Secuencia tiene al menos dos versiones distintas en gregoriano; una más conocida y más sencilla que la otra pero ambas usadas indistintamente. Las oímos:

Gregoriano con órgano https://youtu.be/A7GsvJBzJyg

https://youtu.be/eXa8GG--_gw

A capella con partitura https://youtu.be/AHOGnpz3WVU

Con órgano https://youtu.be/WIyNsdcw1Tk

LA OTRA MELODÍA GREGORIANA

Canto gregoriano a capella https://youtu.be/5h91YrbiCk4

Con órgano https://youtu.be/Hk7O3_XBDsg


          POLIFONÍA


A lo largo de la historia se ha convertido en un texto de gran inspiración para grandes compositores, sin embargo, muchas de ellas ya no fueron concebidas como "secuencia" para la celebración litúrgica sino como motete para otro momento litúrgico o, sencillamente, como obra para concierto. Cerca de 200 compositores han acudido a este texto. Entre los compositores se encuentran G.P. da Palestrina (a 8 voces), D. Scarlatti ( a 10 voces) Antonio Vivaldi, Rossini, Franz Liszt, A.Dvořák, Karol Szymanowski, Kodaly y muchos más. Pero el más popularizado quizás sea el de Giovanni Battista Pergolesi, siglo XVIII -murió con sólo 26 años-. Inmediatamente gozó de un gran éxito por toda Europa y su manuscrito fue copiado, profusamente interpretado e incluso adaptado por otros músicos. El Stabat Mater de Pergolesi mereció, por su expresividad, encendidos elogios incluso fuera de las esferas musicales. Rousseau, afirmó en su Dictionnaire de musique que “la primera estrofa del Stabat mater es la más perfecta y emotiva salida jamás de la pluma de un músico”; y el poeta alemán Tieck confesó: «Tuve que volverme para ocultar mis lágrimas, especialmente en el ‘Vidit suum dulcem natum’». 

Se ofrece aquí una pequeña muestra de versiones de grandes compositores:

 J.Desprez,148:Coro polifónico https://youtu.be/HyNfWwbyYG8

J.P. Palestrina, 1590 https://youtu.be/HyNfWwbyYG8

G.B.Pergolesi 1734 https://youtu.be/qzOmPUu-F_M

Pergolesi Solistas https://youtu.be/NHMMl21Qz38

Zoltán Kodály s. XX https://youtu.be/X89nrBBE8jQ


                                         

1.Versión latina medieval

Stabat Mater dolorosa

Iuxta crucem lacrimosa,

Dum pendebat filius.

Cuius animam gementem

Contristatam et dolentem

Pertransivit gladius.

2.

O quam tristis et afflicta

Fuit illa benedicta

Mater unigeniti

Quae maerebat et dolebat.

Et tremebat, cum videbat

Nati poenas incliti.

3.

Quis est homo qui non fleret,

Matrem Christi si videret

In tanto supplicio?

Quis non posset contristari,

Piam matrem contemplari

Dolentem cum filio?

4.

Pro peccatis suae gentis

Vidit Jesum in tormentis

Et flagellis subditum.

Vidit suum dulcem natum

Morientem desolatum

Dum emisit spiritum.

5.

Eja mater fons amoris,

Me sentire vim doloris

Fac ut tecum lugeam.

Fac ut ardeat cor meum

In amando Christum Deum,

Ut sibi complaceam.

6.

Sancta mater, istud agas,

Crucifixi fige plagas

Cordi meo valide.

Tui nati vulnerati

Tam dignati pro me pati,

Poenas mecum divide!

7.

Fac me vere tecum flere,

Crucifixo condolere,

Donec ego vixero.

Juxta crucem tecum stare

Te libenter sociare

In planctu desidero.

8.

Virgo virginum praeclara,

Mihi jam non sis amara,

Fac me tecum plangere.

Fac ut portem Christi mortem,

Passionis eius sortem

Et plagas recolere.

9.

Fac me plagis vulnerari,

Cruce hac inebriari

Ob amorem filii,

Inflammatus et accensus,

Per te virgo sim defensus

In die judicii.

10.

Fac me cruce custodiri,

Morte Christi praemuniri,

Confoveri gratia.

Quando corpus morietur

Fac ut animae donetur

Paradisi gloria.

Amen.

1.Traducción literal

De pie la Madre dolorosa

junto a la Cruz, llorosa,

mientras pendía el Hijo.

Cuya ánima gimiente,

contristada y doliente

atravesó la espada.

2.

¡Oh cuán triste y afligida

estuvo aquella bendita

Madre del Unigénito!.

Languidecía y se dolía

la piadosa Madre que veía

las penas de su excelso Hijo.

3.

¿Qué hombre no lloraría

si a la Madre de Cristo viera

en tanto suplicio?

¿Quién no se entristecería

a la Madre contemplando

con su doliente Hijo?

4.

Por los pecados de su gente

vio a Jesús en los tormentos

y doblegado por los azotes.

Vio a su dulce Hijo

muriendo desolado

al entregar su espíritu.

5.

Oh, Madre, fuente de amor,

hazme sentir tu dolor,

contigo quiero llorar.

Haz que mi corazón arda

en el amor de mi Dios

y en cumplir su voluntad.

6.

Santa Madre, yo te ruego

que me traspases las llagas

del Crucificado en el corazón.

De tu Hijo malherido

que por mí tanto sufrió

reparte conmigo las penas.

7.

Déjame llorar contigo

condolerme por tu Hijo

mientras yo esté vivo.

Junto a la Cruz contigo estar

y contigo asociarme

en el llanto es mi deseo.

8.

Virgen de Vírgenes preclara

no te amargues ya conmigo,

déjame llorar contigo.

Haz que llore la muerte de Cristo,

hazme socio de su pasión,

haz que me quede con sus llagas.

9.

Haz que me hieran sus llagas,

haz que con la Cruz me embriague,

y con la Sangre de tu Hijo.

Para que no me queme en las llamas,

defiéndeme tú, Virgen santa,

en el día del juicio.

10.

Cuando, Cristo, haya de irme,

concédeme que tu Madre me guíe

a la palma de la victoria.

Cuando el cuerpo sea muerto,

haz que al ánima sea dada

del Paraíso la gloria.

Amén.

1.Versión Lope de Vega

La Madre piadosa parada

junto a la cruz y lloraba

mientras el Hijo pendía.

Cuya alma, triste y llorosa,

traspasada y dolorosa,

fiero cuchillo tenía.

2.

¡Oh, cuán triste y cuán aflicta

se vio la Madre bendita,

de tantos tormentos llena!

Cuando triste contemplaba

y dolorosa miraba

del Hijo amado la pena.

3.

Y ¿cuál hombre no llorara,

si a la Madre contemplara

de Cristo, en tanto dolor?

Y ¿quién no se entristeciera,

Madre piadosa, si os viera

sujeta a tanto rigor?

4.

Por los pecados del mundo,

vio a Jesús en tan profundo

tormento la dulce Madre.

Vio morir al Hijo amado,

que rindió desamparado

el espíritu a su Padre.

5.

¡Oh dulce fuente de amor!,

hazme sentir tu dolor

para que llore contigo.

Y que, por mi Cristo amado,

mi corazón abrasado

más viva en él que conmigo.

6.

Y, porque a amarle me anime,

en mi corazón imprime

las llagas que tuvo en sí.

Y de tu Hijo, Señora,

divide conmigo ahora

las que padeció por mí.

7.

Hazme contigo llorar

y de veras lastimar

de sus penas mientras vivo.

Porque acompañar deseo

en la cruz, donde le veo,

tu corazón compasivo.

8.

¡Virgen de vírgenes santas!,

llore ya con ansias tantas,

que el llanto dulce me sea.

Porque su pasión y muerte

tenga en mi alma, de suerte

que siempre sus penas vea.

9.

Haz que su cruz me enamore

y que en ella viva y more

de mi fe y amor indicio.

Porque me inflame y encienda,

y contigo me defienda

en el día del juicio.

10.

Haz que me ampare la muerte

de Cristo, cuando en tan fuerte

trance vida y alma estén.

Porque, cuando quede en calma

el cuerpo, vaya mi alma

a su eterna gloria. Amén.


AUXENCIO MUÑOZ ACEBES

Maestro. Catedrático de Lengua y Literatura

Organista

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