CALAS EN EL PRÍNCIPE CRISTIANO
DE PEDRO DE RIBADENEIRA
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| Felipe, príncipe de las Españas, Hacia 1548 Grabado de Giulio Bonasone |
"Pero la guía y maestra de todas las demás virtudes morales del príncipe cristiano debe ser la prudencia, que es la que rige y da tasa y medida a todas las demás. Esta prudencia, dice Cicerón, es arte de la vida, como la medicina lo es de la salud. Y Menandro dice que todas las cosas sirven a la prudencia.
… Esta prudencia debe ser verdadera prudencia, y no aparente; cristiana, y no política; virtud sólida, y no astucia engañosa, como dijimos en el principio de esta segunda parte, que lo deben ser todas las virtudes del príncipe cristiano.
… Y es cierto que el que no tiene prudencia para regirse a sí mismo, menos la tendrá para regir su casa, las ciudades, provincias y reinos.
… Y así, debe el príncipe procurar saber lo que ha pasado en su reino, en tiempo de los otros reyes sus antecesores, y cuándo fue mejor gobernado, y con qué medios, y usarlos él, porque, comúnmente, las mismas causas producen os mismos efectos, y lo que fue, será.
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Madrid, 1 de julio, 1925 |
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Países Bajos. Moneda de 1566 |
Pedro de Ribadeneira
Biblioteca mundial Sopena, Buenos Aires, 1942, p. 147 y 148




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